“La vida humana es un camino. ¿Hacia qué meta? ¿Cómo encontramos el rumbo? La vida es como un viaje por el mar de la historia, a menudo oscuro y borrascoso, un viaje en el que escudriñamos los astros que nos indican la ruta. Las verdaderas estrellas de nuestra vida son las personas que han sabido vivir rectamente. Ellas son luces de esperanza. Jesucristo es ciertamente la luz por antonomasia, el sol que brilla sobre todas las tinieblas de la historia. Pero para llegar hasta Él necesitamos también luces cercanas, personas que dan luz reflejando la luz de Cristo, ofreciendo así orientación para nuestra travesía.”[1]

Estas personas que nos enseñan cómo alcanzar la meta, son los Santos: cercanos, porque compartieron nuestras fragilidades y nuestras luchas, pero verdaderas estrellas de nuestra vida, porque vivieron las virtudes en forma extraordinaria.

Este blog quiere hacerte conocer a una mujer ejemplar. Hoy la Iglesia, que es Madre de los Santos, está estudiando y valorando sus virtudes y sus obras que hoy perduran: es la Venerable, Madre Eufrasia Iaconis, Fundadora de las Hijas de la Inmaculada Concepción de Buenos Aires.



[1] Spes Salvi, N° 49

lunes, 7 de diciembre de 2015

La Madre Eufrasia amó profundamente el misterio de la Inmaculada

Nos acercamos a una de las Solemnidades más grandes de la Santísima Virgen: la Inmaculada Concepción. El amor a este misterio es uno de los aspectos más difundidos de la devoción mariana, tanto en Europa como en América.
El 8 de diciembre de 1854, el Papa Pío IX, promulgó un documento llamado Ineffabilis Deus en el que estableció que el alma de María, en el momento en que fue creada e infundida, estaba adornada con la gracia santificante. La Virgen María fue «dotada por Dios con dones a la medida de su misión tan importante» (Lumen Gentium). Dios bendijo a María más que a ninguna otra creatura. Ella es «redimida de la manera más sublime en atención a los méritos de su Hijo» (Lumen Gentium).

El amor a la Inmaculada Concepción es una de las notas más salientes de la espiritualidad de la Madre Eufrasia.
En el año 1900, escribe desde Buenos Aires: ...todo lo espero por la intercesión de mi Madre Inmaculada. Es María, mi dulcísima Madre, la que me da esperanza y, casi diría, certeza.[1]
Uno de los momentos de mayor felicidad y gratitud hacia la Virgen María, lo experimenta cuando recobran el título de Hijas de la Inmaculada Concepción, en 1904. Así lo relata a Mons. Grazioli: …“Para obtener de María esta gracia hemos rezado muchísimo, y el día solemnísimo de la Inmaculada, nada se ahorró para que resultara con el mayor esplendor; en nuestra capilla tuvimos cinco misas, una cantada, una lindísima predicación, cantos, bendición, etc., todo para conmover el corazón tiernísimo de María, la cual ha sabido recompensarnos abundantemente todo.”[2]
Cuando ya en 1912, se encuentra en Milán organizando el primer departamento donde se instalan, adquiere una imagen de la Virgen: El 12 de Julio nos llegó una hermosa estatua de la Inmaculada, que habíamos comprado en la casa “Nardini”, alta 60 centímetros, que aún hoy se conserva con un cariño especial, pues fue nuestra primera compañera en la soledad de esa fundación.[3] Ya iniciado el Noviciado, se inaugura y bendice la nueva Capillita: Preparamos todo lo más necesario, y como siempre nos esmeramos para engalanar a nuestra querida Madre Inmaculada.[4]

En este 8 de diciembre, en que el Papa Francisco da inicio al Año de la Misericordia, unámonos a las palabras de la Madre Eufrasia:
“… la Inmaculada me dará fuerza, en Ella confío”






[1] Carta de la Madre Eufrasia al Padre Visitador en Roma, Buenos Aires, 27 de mayo de 1900.
[2] Carta de la Madre Eufrasia a Mons. Grazioli, Buenos Aires, 23 de enero de 1905.
[3] Relato de la fundación de Milán, Cuaderno manuscrito.
[4] ídem

viernes, 16 de octubre de 2015

INICIO DEL AÑO CENTENARIO EN NUESTRAS DIVERSAS OBRAS (Cuarta Parte)

Ø      Un año de gracia… Valdivia, Chile
En la Comunidad María de Nazaret en Valdivia, comenzamos  este año de gracia con una Eucaristía preparada por las Hermanas y el grupo de Colaboradores.
Ha sido un momento de oración en torno a la figura de nuestra Fundadora, quien, como dijo  nuestro Capellán en su homilía: fue “una mujer valiente, trabajadora, enamorada y que dejó lo menos, lo poco, lo que nos sugiere el mundo,  para poner siempre su mirada en lo Más, en lo Alto, en Jesús…”

En el momento del ofertorio presentamos un pendón que nos acompañará todo este año y para el cual utilizamos el diseño del Logo. Lo que más llamó la atención fue el dulce rostro de nuestra Madre, que invita a la esperanza y la alegría.


Ø      Comienzo del Año Centenario en Piratini, Brasil
En las celebraciones litúrgicas y encuentros ya programados, pedimos a todos que se uniesen a nosotras en acción de gracias y súplicas. Hablamos de la Madre Eufrasia y distribuimos material para que pudiesen llevar a sus casas.
Invitamos a las Comunidades para que, durante todo este Año, nos acompañen rezando, a fin de que los consagrados y consagradas seamos una señal de Dios en el mundo de hoy, y para que muchos cristianos escuchen y respondan con generosidad al llamado divino. 
Piratini, Brasil

Ø      El Instituto Nuestra Señora del Carmen, Buenos Aires - Argentina, junto a la Madre Eufrasia.
    Como inicio del Año Centenario, compartimos la celebración de la Eucaristía con los alumnos y familias de nivel primario y secundario.
Instituto Nuestra Señora del Carmen, Buenos Aires
    Con esta celebración, la Madre Eufrasia inicia un camino de visita a cada familia de nuestra escuela, a través de una imagen peregrina que se preparó para cada curso y para
 el cuerpo docente.
    Así, en una bolsita especial, con un cuadrito, un cuaderno y una guía de oración, comenzamos nuestra caminata por este año tan particular, pidiendo la protección de la Madre y encomendándole las necesidades e intenciones de todas las personas que nos fueron confiadas en esta obra.

martes, 13 de octubre de 2015

INICIO DEL AÑO CENTENARIO EN NUESTRAS DIVERSAS OBRAS (Tercera parte)


Ø      Comienzo del Año Centenario en Lavras Da Mangabeira, Brasil
En las Misas del domingo 2 de agosto, tanto por la mañana como por la noche, entramos en procesión, con el baner del Logo que identifica este Año Centenario. Lo ingresamos las Hermanas, junto con algunos laicos que forman parte del Apostolado de la “Sagrada Face”. El párroco hizo una solemne introducción y durante la Misa fue recordando la apertura de este tiempo jubilar y pidiendo por las intenciones de las Hijas de la Inmaculada Concepción. Luego, al final, nos llamó para explicar la simbología del Logo y pidió que durante este año se rezase frecuentemente la oración a la Madre Eufrasia.

LAVRAS DA MANGABEIRA, BRASIL

Ø      Sagrado Corazón de Jesús, Entre Ríos - Argentina, evoca a la Madre Eufrasia
El domingo 2 de agosto nos reunimos en la Capilla del Colegio para iniciar con gozo el Centenario de la pascua de la Madre Eufrasia. Nos acompañaron docentes y familias con los niños y jóvenes alumnos.  Luego de la Homilía acercamos el logo que nos acompañará en este tiempo.
Para nuestra comunidad educativa cobra mayor valor este año, porque también iniciaremos el 26 de agosto el Centenario de la inauguración de la Capilla, que con tanto esfuerzo lograron levantar nuestras Hermanas 100 años atrás.
Damos gracias al Padre Dios por este tiempo de gracia que se nos ofrece como ocasión para volver a anunciar con alegría el Evangelio de Jesús

martes, 6 de octubre de 2015

INICIO DEL AÑO CENTENARIO EN NUESTRAS DIVERSAS OBRAS (Segunda parte)


Ø      Honrando a la Madre Eufrasia en Milán, Italia
El día 2 de agosto, 99° aniversario de la muerte de nuestra Madre Fundadora, estuvo precedido por un triduo de oración y acción de gracias por tantos beneficios recibidos en estos años. En el desayuno, hemos encontrado en cada lugar una vela en forma de flor, que luego llevamos al altar para encenderla durante la Misa. Las seis velas querían representar las seis naciones donde están presentes las Hijas de la Inmaculada Concepción de Buenos Aires.
Bajo la protección de la Madre Eufrasia seguiremos incansables, fuertes y valientes como ella nos ha enseñado.


Ø      Inicio del Año Centenario en San Leopoldo, Brasil
El día 1° de agosto, celebramos la Misa por la glorificación de la Madre Eufrasia, y con mucho gozo iniciamos el Año Centenario. El párroco ofreció la Eucaristía por las intenciones de todas las Hijas de la Inmaculada Concepción. Nos hizo compartir el significado del logo, que le gustó mucho, y nos dijo que la sonrisa de la Madre Eufrasia manifiesta esa alegría que el Papa nos pide vivir. Debemos ser como ella, que aun en medio de las dificultades, permaneció fiel a Jesús.

Y como estaban presentes las jóvenes  “vocacionadas”, las animó a seguir en este camino de discernimiento con entusiasmo.


San Leopoldo. Brasil


Ø      Tras las huellas de la Madre Eufrasia… Colegio San José, Buenos Aires, Argentina.
 Se realizó la apertura del Año Centenario unido al Año de la Vida Consagrada. Durante la semana del 10 al 14 de agosto, se ofreció a los jóvenes del Colegio el testimonio  de exalumnos que hoy son consagrados: sacerdotes, monjas de clausura, religiosas FIC. Los que pudieron, dieron su testimonio en forma personal; otros mandaron la experiencia por escrito.
La semana culminó con una Misa en la Parroquia Inmaculada Concepción, concelebrada por tres Sacerdotes que descubrieron su vocación siendo alumnos del Colegio. Se colocó un cartel alusivo al Centenario en la esquina de la escuela y seguidamente se dio inicio a una muestra sobre la vida y obra de la Madre Eufrasia.

martes, 29 de septiembre de 2015

INICIO DEL AÑO CENTENARIO EN NUESTRAS DIVERSAS OBRAS (Primera parte)

La celebración del Año Centenario de la partida al Cielo de la Madre Eufrasia nos une fuertemente. Todas las casas de la Congregación, ya sea en Argentina, Italia, España, Brasil, México y Chile, han comenzado a recorrer un tiempo especial, dirigiendo más intensamente la mirada hacia nuestra Fundadora, cuyas virtudes siguen siendo ejemplo para el hombre de hoy.
Compartimos brevemente algunas actividades que se llevaron a cabo para dar inicio a este tiempo jubilar.

Ø   Apertura del Año Centenario en el Colegio Nuestra Señora de Nieva, Córdoba, Argentina
Tradicionalmente, en el día de la Madre Eufrasia celebramos las FIESTAS PATRONALES. Este año se festejó de modo especial, con motivo del AÑO CENTENARIO.
Durante la semana anterior a la fiesta, los catequistas y docentes motivaron a las alumnas para la realización y elaboración de pancartas, afiches, dibujos, murales. A su vez, también se trabajó en la creación y ensayo de canciones y oraciones en honor a nuestra Fundadora.
Comenzaron los festejos con la Eucaristía a las 10,30 hs., presidida por nuestro Capellán, en el gimnasio del Colegio colmado de alumnas, docentes, religiosas, padres y familiares.
Córdoba, Argentina.
A continuación, nos dirigimos en procesión hasta la imagen de la Virgen entronizada en la Plaza de la Intendencia. Abría la marcha una gran pancarta de Madre Eufrasia, simbolizando el gesto de ir de la mano de Eufrasia a María.






Ø 2 de agosto en Roma, Italia:
Hemos vivido con mucho afecto y simplicidad este aniversario que nos acompaña desde nuestros años de formación.  

A la entrada de la capilla colocamos un cuadro de la Madre Eufrasia, que durante este Año Centenario adornaremos con flores y plantas. Ella, con su mirada afable y dulce estará presente en cada jornada. Estamos seguras de que nos diría: Ánimo, adelante… nuestra obra reposa en las manos de Dios… ustedes hagan su parte donde Dios las quiere, y después, confianza… 

viernes, 7 de agosto de 2015

AÑO CENTENARIO DE LA PARTIDA AL CIELO DE LA MADRE EUFRASIA


Con alegría hemos iniciado el Año Centenario de la partida al Cielo de la Madre Eufrasia, que recorreremos hasta el 2 de agosto de 2016. Compartimos el logo que identificará esta celebración tan especial para todos los que admiramos a la Sierva de Dios y pedimos su constante intercesión.






LOGO DEL AÑO CENTENARIO
DE LA PARTIDA AL CIELO DE LA MADRE EUFRASIA


El logotipo que identificará las celebraciones del «Año Centenario», se compone de los siguientes símbolos:

·        Perfil delineado de la Madre Eufrasia: es la figura central, ya queel logo recuerda su partida al Cielo, de la cual se cumplirán 100 años, el 2 de agosto de 2016.El rostro presenta un aspecto juvenil, porque su vida fue breve, pero fecunda. Posee una sonrisa en los labios, signo de la alegría y calidez que la caracterizaban. Sus Hijas testimoniaron que se sentían junto a ella como al lado de una «madre».

·        Cruz: simboliza la fortaleza, virtud que la Sierva de Dios practicó intensamente durante toda su vida. Tuvo que afrontar grandes tempestades que culminaron en el nacimiento de una nueva Congregación. Lo hizo con su alma grande, su virtud heroica, su fuerza enérgica y su mente emprendedora[1].

·        Flores: representan a la «mujer». Son símbolo de auténtica femineidad y delicadeza. Se muestran simples, sencillas, evocando la «normalidad». Esta «normalidad», que es la base de una vida santa, requiere una verdadera ascesis, para vivir con realismo, coherencia, apertura a los demás… para hacer de la virtud «lo normal», como lo hizo la Madre Eufrasia.

·        Estrella: tiene un doble significado. Evoca el Cielo, hacia el cual dirigió siempre sus pasos la Madre Eufrasia, con inquebrantable esperanza. Como afirma el Padre Gambón: ... ya desde la niñez se acostumbró a levantar muy alto la mirada, para ponerla sólo en el cielo, donde su corazón había puesto su tesoro[2]. Y evoca tambiéna María Inmaculada, su tierna Madre, a quien amó y enseñó a amar profundamente.

·         Años 1916-2016: expresión del tiempo, que aquilató la fama de santidad de la Sierva de Dios. 100 años que resaltan la actualidad del carisma que ella custodió y transmitió fielmente. Sin duda, en el mundo de hoy impera una «cultura de muerte», provocada por el olvido de Dios. Nuestro milenio clama, muchas veces sin saberlo, por el reinado de la Inmaculada; tiene hambre de amor, de justicia, de verdad, de paz… hambre de la gracia divina que colmó a  la Virgen Santísima.

·        Lema: la expresiónmujer normal y fuerte,atribuida a la Madre Eufrasia, fue pronunciada en la sesión de clausura del proceso diocesano de su Causa de Canonización. El entonces Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Jorge Bergoglio, se refirió a la Madre con estas palabras, que había escuchado en su adolescencia y nunca olvidó. Muchos son los testimonios de admiración y reconocimiento que la Sierva de Dios ha recogido a lo largo de los años; pero, sin duda, estas palabrasse revisten de una gran importancia, ya que el Arzobispo que las reafirmó es hoy el sucesor de Pedro, a quien llamamos con amor y respeto filial: Papa Francisco.


[1] Madre EstanisladaTognoni, Cuaderno de apuntes y relatos de viajes.
[2] P. Vicente Gambón, S.J., Recuerdo biográfico de la Rvda. Madre Sor Eufrasia Iaconis, Superiora General de las Hermanas de Caridad, Hijas de la Inmaculada.

martes, 14 de julio de 2015

2 de agosto de 2015 99° aniversario de la partida al Cielo de la Madre Eufrasia

El 2 de agosto de 1916, a los 48 años de edad, la Madre Eufrasia Iaconis partió al encuentro de Aquel que la había elegido y a quien respondió con cotidiana fidelidad y generoso abandono. Luego de una vida fecunda, murió en el Hospital Pirovano, rodeada de sus Hijas.
Numerosos fueron los testimonios de cariño y admiración hacia esta religiosa excepcional. Transcribimos algunos:

“Ahora no nos queda más que trabajar, honrar su memoria con la imitación de sus virtudes y hacernos acreedoras a la protección que desde el cielo nos prodiga.”[1]

“¡Si vieran qué cariño nos demostraba en los últimos días!... ¡Cuánto nos quería!... Nos decía que toda su felicidad y su pensamiento único eran Dios y sus hijas. Sufrió todo, todo… con una paciencia inalterable. Su muerte fue tranquila, como la muerte del justo, en su rostro reflejaba una sonrisa.”[2]

“Dios la creyó madura para el premio reservado a los elegidos, porque en un breve espacio de años su vida fue fecunda de bien y de tantas obras por la fe y por el prójimo. ¡Ustedes tienen un ángel en el cielo que vela y protege; nosotros, que tuvimos la dicha de conocerla y de amarla, una santa en el Cielo que rezará por nosotros!”[3]

“El sentimiento que causó tan inesperada separación se hizo patente en la multitud de cartas y telegramas que se recibieron, a medida que fue propagándose la noticia de la muerte de la Rda. Madre. Y no podía ser de otro modo; pues su gran corazón no se encerraba en los límites del amor y cariño que profesaba a su hijas en la Congregación, sino que se extendía a las personas extrañas a la misma, acudiendo a su necesidades materiales con sus auxilios, a sus luchas morales con su consejo y a todos en todo tiempo, próspero o adverso, con el cariño que prodigaba a manos llenas en todos los corazones que se le acercaban.”[4]

La celebración de este 2 de agosto de 2015, marca el inicio del Año Centenario, que culminará el 2 de agosto de 2016, cuando se cumplirán 100 años del retorno a la Casa del Padre de nuestra Fundadora.
Queremos invitar a todos a acompañarnos:









[1] Carta de las Hermanas del Colegio a la Hermana Estanislada y Hermanas. Buenos Aires, 14 de septiembre 1916.
[2] Carta de las Hermanas del Colegio a la Hermana Estanislada y Hermanas. Buenos Aires, 29 de septiembre de 1916.
[3] Carta de G. Simoncini a la Hermana Estanislada, Génova, 22 de septiembre de 1916.
[4] Recuerdo biográfico de la Revda. Madre Sor Eufrasia Iaconis, P. Vicente Gambón, s.j., Milán, 1919.

domingo, 21 de junio de 2015

Mes de junio. La Iglesia honra especialmente al Sagrado Corazón de Jesús

IMAGEN VENERADA EN EL COLEGIO 
INMACULADA CONCEPCIÓN DE VITORIA (ESPAÑA)
La imagen del Sagrado Corazón de Jesús nos recuerda el núcleo central de nuestra fe: Dios nos ama hasta el extremo y nos pide una respuesta de amor.
La Iglesia dedica todo el mes de junio al Sagrado Corazón de Jesús, con la finalidad de que los católicos lo veneremos, lo honremos y lo imitemos especialmente en estos días.
Debemos pensar cada vez que actuamos: ¿Qué haría Jesús en esta situación? ¿Qué le dictaría su Corazón? ...Y eso es lo que debemos hacer (ante un problema en la familia, en el trabajo, en nuestra comunidad, con nuestras amistades, etc.).

La Madre Eufrasia amó inmensamente el Corazón de Cristo y así lo enseñó a sus Hijas. Dos de los Colegios que ella fundó llevan ese nombre: el de Concepción del Uruguay (Entre Ríos) y el de la Ciudad de Córdoba.
Durante la Primera Guerra Mundial, la Sierva de Dios, desde Buenos Aires, le escribe a la Hna. Estanislada, quien se encontraba en Milán. Compartimos un extracto de esta carta, fechada el 4 de junio de 1915:

" En la época que estamos cruzando donde todo amenaza peligros y muerte ¿como puedo yo animarme para trazar sobre el papel algún asunto que importe? Ay! cuánto ansío una carta tuya para saber lo que pasa allí!... Ya te dije en otra mía cuanto quisiera y desearía hallarme en Milán en esta circunstancia. […]
         Acá se están haciendo súplicas y oraciones para conseguir la paz. En todas partes hacen el mes del Sagrado Corazón con mucha solemnidad, sobre todo la novena. Nosotras también hacemos lo mismo, todos los días rezamos el mes y después de la Misa, bendición y cantos. Ayer hemos empezado la novena y todas las tardes: rosario, novena y bendición, todo para ver si de alguna manera cesa ese azote interminable ¿Sabes que pensé también poner al nuevo Colegio de Alta Córdoba: Colegio del Sagrado Corazón y como ya te dije que para el Patrocinio de S. José no se pudo poner la piedra fundamental, ahora te hago saber que será sin duda el 13 del corriente. Ya están haciendo las medallas, vieras qué lindas, después te mandaré alguna. Me estoy también ocupando del Acta escrita en papel pergamino y conforme tenga todo pronto iré a Córdoba, a mediados de la semana entrante. Estoy también ocupándome de las ventanas de vidrios para la Capilla del Uruguay que entre todas serán 22. 12 de estas llevarán  las 12 promesas del Corazón de Jesús, como también las figuras de varios fundadores y fundadoras; una vez terminados quedarán muy bien. […]
         Nada más por el momento. Saludos a todos los que preguntan por mí y con un fuerte abrazo mil bendiciones de tu siempre.
                                                                  Affma Madre

                                                                  Sor Eufrasia"

viernes, 10 de abril de 2015

Saludo Pascual



En 1913, la Madre Eufrasia se hallaba lejos de sus Hijas. Había viajado a Milán, con el objetivo de abrir un Noviciado, sin embargo "... no encerró su corazón en Italia... Vivió las alegrías y las tristezas como una Madre que por el bien de su familia ha tenido que alejarse..."[1]. 

Algunos fragmentos de las cartas que envió en esos días testimonian su cercanía en Semana Santa:

"…Durante la Semana Santa, ustedes, ¿cómo han pasado esos días? ¿Han tenido alguna función? ¿Comulgaron el Jueves y el Sábado Santo? Nosotras tuvimos Misa y comulgamos en casa el Jueves y el Sábado fuimos a la parroquia para asistir a las funciones y luego comulgamos. Hemos procurado hacer de nuestra parte todo lo posible para seguir las costumbres de allí "[2]


"Carísimas Hijas en el Señor!
                        Pax vobis! Alleluya! Todo nos incita a la alegría, a la dicha espiritual. Gocemos pues, unidas a Jesús resucitado y nuestra felicidad sea el fiel reflejo de nuestros corazones llenos de Jesús y de santos deseos de amarle y hacerle amar de quien nos rodea. La paz más pura y santa reine entre vosotras; esa paz que proviene de la tranquilidad de la conciencia y del cumplimiento exacto de vuestros deberes."[3]
          
En medio de nuestras preocupaciones cotidianas, pidamos la gracia de contagiarnos de la alegría con que la Madre celebraba la Pascua de Jesús. ¡Así, como ella, podremos transmitir ese gozo a nuestras familias!







[1] FERNÁNDEZ, Ana Ofelia (Servidora): Un carisma en buenas manos. Buenos Aires, Instituto Hijas de la Inmaculada Concepción, 2002. Pág. 47
[2] Carta de  M.E a las Hnas. de Barrio Vila- Rosario. Milán, 31 de marzo de 1913. AHFIC DE 3/ 4, 8, 18
[3] Carta de M.E a las Hnas. de Rosario. Milán, 13 de abril de 1914. AHFIC DE 3/ 4, 8, 31  

martes, 3 de febrero de 2015

Fiesta del Divino Rostro

En 1912 la Madre Eufrasia viaja por segunda vez a Italia, acompañada de la Hermana Estanislada Tognoni. Su anhelo es establecer en el terreno adquirido en Milán una Casa y un Noviciado de las Hijas de la Inmaculada Concepción.
Pese a la ardua labor que esto significa, la Madre no baja los brazos. Mientras la construcción está en marcha, su testimonio alegre y generoso atrae nuevas vocaciones.
Entre las postulantes, se encuentra Josefina De Micheli, quien ha sentido la llamada del Señor cuando su hermana María emitió los votos en el Instituto de las Hermanas Ursulinas de Via Lanzone. Su hermano Ricardo, que era sacerdote, le habla de las Hermanas que llegaron desde la Argentina, y es así como Josefina empieza a frecuentar a las Hijas de la Inmaculada Concepción. Cuando ingrese, recibirá el nombre de María Pierina.
Más allá de la labor realizada dentro de la Congregación, la Madre Pierina De Micheli será la propagadora de la devoción del Divino Rostro de Jesús. En 1940 le solicitará a la Curia de Milán permiso para acuñar la medalla del Divino Rostro, la que ha sido desde entonces, portadora de gracias. En el año 2010, la Iglesia la proclamará Beata, elevándola como modelo de santidad para todos los cristianos.
En una de las apariciones de Jesús a la Beata, el 21 de noviembre de 1938, el Señor le expresa este pedido:

“He dado mi corazón como objeto sensible de mi gran amor por los hombres y mi Rostro lo doy como objeto sensible de mi dolor por los pecados de los hombres  y deseo que sea honrado con una fiesta particular el martes de quincuagésima…”
                           

Es por este motivo que estando ya próximos a la Fiesta del Divino Rostro, la Superiora General y las religiosas Hijas de la Inmaculada Concepción de Buenos Aires, invitan a participar de la Santa Misa que, con motivo de dicha fiesta, presidirá S.E.R. Cardenal Mario Aurelio Poli el próximo 17 de febrero en la Catedral de Buenos Aires, a las 11 hs.

A partir de ese día, una reliquia de la Beata Madre Pierina De Michelis "Apóstol del Divino Rostro" será custodiada en la Catedral de Buenos Aires para su veneración.