“La vida humana es un camino. ¿Hacia qué meta? ¿Cómo encontramos el rumbo? La vida es como un viaje por el mar de la historia, a menudo oscuro y borrascoso, un viaje en el que escudriñamos los astros que nos indican la ruta. Las verdaderas estrellas de nuestra vida son las personas que han sabido vivir rectamente. Ellas son luces de esperanza. Jesucristo es ciertamente la luz por antonomasia, el sol que brilla sobre todas las tinieblas de la historia. Pero para llegar hasta Él necesitamos también luces cercanas, personas que dan luz reflejando la luz de Cristo, ofreciendo así orientación para nuestra travesía.”[1]

Estas personas que nos enseñan cómo alcanzar la meta, son los Santos: cercanos, porque compartieron nuestras fragilidades y nuestras luchas, pero verdaderas estrellas de nuestra vida, porque vivieron las virtudes en forma extraordinaria.

Este blog quiere hacerte conocer a una mujer ejemplar. Hoy la Iglesia, que es Madre de los Santos, está estudiando y valorando sus virtudes y sus obras que hoy perduran: es la Venerable, Madre Eufrasia Iaconis, Fundadora de las Hijas de la Inmaculada Concepción de Buenos Aires.



[1] Spes Salvi, N° 49

martes, 29 de octubre de 2013

Breve biografía de la Madre Eufrasia

Sofia Iaconis −la Madre Eufrasia− nació en Castelsilano, en el sur de Italia, el 18 de noviembre de 1867. Ya durante la infancia se sintió llamada a seguir a Jesús y pronunció sus primeros votos en Roma en 1889.
Con el deseo de servir a sus hermanos, a fines del siglo XIX llegó a la Argentina, desarrollando una obra admirable, testimoniando su carisma mariano en hospitales, casas cunas, asilos y colegios. Mujer humilde y de oración, pero también emprendedora e infatigable, no admitía obstáculos por insuperables que parecieran, aceptaba responsabilidades y se entregaba de lleno a su labor, sin reparar en dificultades.
Su vida fue corta, pero plenamente fecunda. Nos dejó como herencia un profundo amor hacia el misterio de la Inmaculada, el cual la llevó a trabajar por la verdad, la justicia, el respeto a la vida, la fraternidad, la solidaridad y el servicio a los demás.
La Madre Eufrasia gozó desde su muerte, ocurrida el 2 de agosto de 1916, de una importante fama de santidad, lo que determinó que en 1995 se decidiera iniciar el proceso de la causa de canonización, que actualmente se encuentra en la fase romana.

Te invitamos a conocerla más y a pedir su intercesión para alcanzar las gracias que estés necesitando.