|
Hospital Italiano de Buenos Aires a fines del siglo XIX |
Al comenzar su misión en Buenos Aires, en 1893, la
Hna Eufrasia se mostró atenta a todo,
evitando perder de vista las dificultades cotidianas que iban surgiendo en su
tarea. Si bien ella y sus religiosas, creyeron que nada se interpondría en su
labor, la posición anticlerical de la Comisión directiva del Hospital Italiano se les
presentó como un problema a resolver.
Este escollo no amedrentó el espíritu de las religiosas. La Madre buscó animarlas para
que no perdieran la confianza frente a esta primera misión, de hecho ella dio
el ejemplo manteniéndose fuerte y confiada. Centró su trabajo hospitalario en
lo religioso; comenzó a ganarse la confianza de los enfermos, y de todo aquel
que se le acercaba con un cariño maternal, demostrando interés en ellos y en su
salud.
|
Madre Estanislada Tognoni |
La imagen de
la Madre
que se iba formando aquellos que la conocían, era de una mujer equilibrada,
paciente y bondadosa, que marchaba a la cabeza de sus hijas, guiándolas con su
ejemplo.
Con su figura piadosa y servicial, ablandó corazones endurecidos y
ánimos hostiles, como fue el caso de Ambrosio Tognoni. Éste había impedido a su
hija Josefina la posibilidad de hacer realidad su vocación religiosa con las
hermanas ursulinas en Como. Mientras se mantenía en su postura negativa, el
señor Tognoni se enfermó y fue internado en el Hospital Italiano de Buenos
Aires, en donde recibió los cuidados de sor Eufrasia y las hermanas que la
acompañaban.
Al ver la personalidad dedicada y amorosa de la Madre con los enfermos,
Ambrosio Tognoni se dio por vencido, y
permitió a su hija seguir con su vocación, siempre que fuera una
religiosa como aquellas, que lo habían cuidado durante su convalecencia en el
Hospital.
Así con su servicio amoroso y dedicado en el Hospital,
la Madre Eufrasia conquistó el
corazón del padre y de la hija. Josefina Tognoni fue la segunda novicia en
Buenos Aires
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario