“La vida humana es un camino. ¿Hacia qué meta? ¿Cómo encontramos el rumbo? La vida es como un viaje por el mar de la historia, a menudo oscuro y borrascoso, un viaje en el que escudriñamos los astros que nos indican la ruta. Las verdaderas estrellas de nuestra vida son las personas que han sabido vivir rectamente. Ellas son luces de esperanza. Jesucristo es ciertamente la luz por antonomasia, el sol que brilla sobre todas las tinieblas de la historia. Pero para llegar hasta Él necesitamos también luces cercanas, personas que dan luz reflejando la luz de Cristo, ofreciendo así orientación para nuestra travesía.”[1]

Estas personas que nos enseñan cómo alcanzar la meta, son los Santos: cercanos, porque compartieron nuestras fragilidades y nuestras luchas, pero verdaderas estrellas de nuestra vida, porque vivieron las virtudes en forma extraordinaria.

Este blog quiere hacerte conocer a una mujer ejemplar. Hoy la Iglesia, que es Madre de los Santos, está estudiando y valorando sus virtudes y sus obras que hoy perduran: es la Venerable, Madre Eufrasia Iaconis, Fundadora de las Hijas de la Inmaculada Concepción de Buenos Aires.



[1] Spes Salvi, N° 49

martes, 3 de febrero de 2015

Fiesta del Divino Rostro

En 1912 la Madre Eufrasia viaja por segunda vez a Italia, acompañada de la Hermana Estanislada Tognoni. Su anhelo es establecer en el terreno adquirido en Milán una Casa y un Noviciado de las Hijas de la Inmaculada Concepción.
Pese a la ardua labor que esto significa, la Madre no baja los brazos. Mientras la construcción está en marcha, su testimonio alegre y generoso atrae nuevas vocaciones.
Entre las postulantes, se encuentra Josefina De Micheli, quien ha sentido la llamada del Señor cuando su hermana María emitió los votos en el Instituto de las Hermanas Ursulinas de Via Lanzone. Su hermano Ricardo, que era sacerdote, le habla de las Hermanas que llegaron desde la Argentina, y es así como Josefina empieza a frecuentar a las Hijas de la Inmaculada Concepción. Cuando ingrese, recibirá el nombre de María Pierina.
Más allá de la labor realizada dentro de la Congregación, la Madre Pierina De Micheli será la propagadora de la devoción del Divino Rostro de Jesús. En 1940 le solicitará a la Curia de Milán permiso para acuñar la medalla del Divino Rostro, la que ha sido desde entonces, portadora de gracias. En el año 2010, la Iglesia la proclamará Beata, elevándola como modelo de santidad para todos los cristianos.
En una de las apariciones de Jesús a la Beata, el 21 de noviembre de 1938, el Señor le expresa este pedido:

“He dado mi corazón como objeto sensible de mi gran amor por los hombres y mi Rostro lo doy como objeto sensible de mi dolor por los pecados de los hombres  y deseo que sea honrado con una fiesta particular el martes de quincuagésima…”
                           

Es por este motivo que estando ya próximos a la Fiesta del Divino Rostro, la Superiora General y las religiosas Hijas de la Inmaculada Concepción de Buenos Aires, invitan a participar de la Santa Misa que, con motivo de dicha fiesta, presidirá S.E.R. Cardenal Mario Aurelio Poli el próximo 17 de febrero en la Catedral de Buenos Aires, a las 11 hs.

A partir de ese día, una reliquia de la Beata Madre Pierina De Michelis "Apóstol del Divino Rostro" será custodiada en la Catedral de Buenos Aires para su veneración.

martes, 9 de septiembre de 2014

2 de agosto: Conmemoración de la partida al Cielo de la Sierva de Dios Madre Eufrasia Iaconis



Hace 98 años, el 2 de agosto de 1916, en una de las salas del Hospital Pirovano moría la Madre Eufrasia. El Señor acogía su alma en su seno misericordioso...
Esta partida dejó sin consuelo a sus queridísimas Hijas, quienes necesitaron mucha fe y resignación para superar esta gran pérdida. Fue de gran ayuda el apoyo que se brindaron mutuamente para llevar adelante ese dolor. Fundamentalmente confiaron en que ella no las abandonaría e intercedería por ellas ante el Señor. Leemos en sus cartas:

“Valor queridas Hermanas, que un día no muy lejano quizás, volveremos al lado de nuestra amada Madre. No dudemos que ella desde el cielo nos prodiga su maternal protección y ahora más que nunca, nos puede alcanzar cuantas gracias deseamos”[1]

“Lloren y lloren mucho, porque tesoro como el que hemos perdido, no lo hallaremos jamás, pero recordemos también, que si Dios tiene reservado un lugar a la santidad, al amor inmenso, a los corazones abnegados allí estará nuestra inolvidable Madre"[2]

Su amor y bondad; su incansable lucha y sacrificio por el desprotegido, su fe y esperanza, la fortaleza ante la adversidad y su fiel obediencia a la Iglesia, entre otras virtudes, fueron el legado que la Madre Eufrasia dejó a sus amadas Hijas. Éstas, no dudaron un instante en tratar de imitarla,confiando plenamente en que la Madre las protegería y guiaría desde el Cielo.


“Nos consuela la esperanza que un día nos juntaremos con ella en el cielo. Ahora no nos queda más que trabajar, honrar su memoria con la imitación de sus virtudes y hacernos acreedoras a la protección que desde el cielo nos prodiga”[3]

“de sus ojos también fluyen a torrentes las lágrimas....... lágrimas ardientes..... sinceras..... pero dulcificadas con el pensamiento de que Aquella que lloramos, ha recibido ya el premio de sus virtudes, que nos mira desde el Cielo, desde allí protege a nuestra amada congregación”[4]







[1]CARTA DE LAS HERMANAS DEL COLEGIO A LA HERMANA ESTANISLADA Y HERMANAS. Buenos Aires, 14 de septiembre 1916 (no como aparece 14 de julio 1916). AHFIC DE 3/ 9, 8, 33
[2] CARTA DE LA HERMANA JUANA A LA HERMANA ESTANISLADA. Buenos Aires, 5 de agosto  de 1916. AHFIC DE 3/ 9, 8, 23
[3] CARTA DE LAS HERMANAS DE LA CLASE A LA HERMANA ESTANISLADA. Buenos Aires, 13 de agosto de 1916. AHFIC DE 3/ 9, 8, 25
[4] CARTA DE LAS HERMANAS DEL COLEGIO A LA HERMANA ESTANISLADA. Buenos Aires, 7 de septiembre de 1916. AHFIC DE 3/ 9, 8, 31

martes, 5 de agosto de 2014

La Madre Eufrasia y la Argentina

Próximos al bicentenario de la Independencia nacional y transitando el mes de su conmemoración, consideramos de gran importancia resaltar cómo amaba a nuestra tierra la Madre Eufrasia.
La Sierva de Dios arribó a las orillas del Río de la Plata en 1893 y desde su llegada, el día  6 de septiembre, comenzó la tarea de servicio a los enfermos, que luego se extendería a niños y ancianos. Manifestó muchas veces su amor a esta tierra, tan lejana de su Italia natal, que logró ocupar un lugar privilegiado en su bondadoso corazón.  En ella llevó a cabo fundaciones y asumió obras de apostolado y caridad sin dudar. Argentina cosechó sus frutos.
Sus cartas son testimonio claro del afecto que esta tierra le inspiró:

“el deber me tiene aún aquí [Milán], sin tener época, aunque lejana, de mi regreso a esa tierra bendita, que encierra lo que mi corazón más ama y desea y lo que forma el ideal más grande y sublime de mi existencia”[1]

“Jamás me hubiera imaginado tener que pasar también este año lejos de mis amadas hijas y de esa querida tierra. Mas... cúmplase en mí la SS Voluntad del Señor!”[2]





[1] Carta de la Madre Eufrasia al Padre Gambón- Buenos Aires. Milán, 15 de noviembre de 1913. AHFIC DE 3/ 4, 1, 4; F. 6 a 7
[2] Carta de la Madre Eufrasia a las Hermanas de Rosario. Milán, 11 de noviembre  de 1913. AHFIC DE 3/ 4, 8, 24

Jornada docente en el Instituto Nuestra Señora de Nieva, 4 de julio de 2014

Fachada del Instituto Nuestra Señora de Nieva, Córdoba.
El pasado 4 de julio asistimos junto a la Hna. Andrea Ale a la Jornada Docente con la que cerró la primera etapa del año el Instituto Nuestra Señora de Nieva, de la ciudad de Córdoba.
Por iniciativa de la Hna. Susana Bustos viajamos a esa ciudad y pudimos participar de este cálido encuentro. Primero, la Hna. Andrea se refirió al carisma congregacional, resaltando las características más importantes de esta espiritualidad netamente mariana.  Luego expusimos la historia de la Causa de Canonización hasta los últimos avances. En la presentación destacamos la relevancia que adquieren en el proceso las pruebas de la Fama de Santidad de la Madre Eufrasia, cuyos testimonios remiten a los días cercanos a su muerte y perduran a través del tiempo hasta hoy. También, enfatizamos la importancia de la difusión y de la argumentación escrita de las gracias recibidas por intercesión de la Sierva de Dios. Sin dichos testimonios de los Signos de la Fama de Santidad, una Causa no avanza.
El encuentro con los docentes de este Instituto fue especialmente grato. Recordamos juntos las virtudes que caracterizaron a la Madre Eufrasia, virtudes que vivió en grado heroico de una manera inalterable y demostró en cada momento de su vida, ante las dificultades más graves como ante los hechos más sencillos.
¡Gracias! a las Hermanas de la Comunidad de Córdoba, en especial a la Hermana Susana por esta posibilidad de “encontrarnos y compartir”. ¡Gracias! a los directivos y docentes del Instituto por la calidez con que nos recibieron. Pedimos a la Madre que los proteja.
                                                                           
                                                 Lic. Ana María Silvestrin

martes, 15 de julio de 2014

Mujer Fuerte

Padre Vicente Gambón, S. J
En marzo de 1914, la Madre Eufrasia se encontraba en Italia, donde recientemente había iniciado el Noviciado de Milán y un Oratorio. Pronto retornaría a la Argentina, llegando al puerto de Buenos Aires en el mes de junio. Para esa época, su salud ya era frágil. Durante su estadía en Milán empezó a sentir los síntomas de su enfermad. En la Argentina se somete a estudios y análisis.
En el año 1915, es reelecta como Superiora General de la Congregación. Si bien las molestias que le produce su enfermedad van en aumento, continúa con sus viajes y está al frente de las actividades propias de su cargo. Le cuenta en una de sus cartas al Padre Gambón[1], su confesor, que a pesar de estar bajo tratamiento médico, no experimenta ninguna mejoría.

"Quiere que le diga la verdad de cómo estoy? Aquí la tiene muy clara, sin esconderle nada estoy mal, muy mal con poca esperanza de sanar, por lo menos yo así lo pienso, pues hace tiempo que estoy bajo cura y no veo ninguna mejoría"[2].

La fortaleza es una virtud muy destacada en la Madre Eufrasia, que nos sirve de ejemplo para la vida de hoy. Aun viendo que su salud no mejoraba, no abandonó su tarea, continuó hasta su último aliento trabajando para el prójimo a través de sus obras y manteniendo unidas a sus queridas Hermanas.
Afrontó las adversidades del camin
o, no bajó los brazos ni se compadeció de sí misma frente a su salud endeble, sino que se entregó por completo a los designios del Señor y aceptó de buen grado su santísima voluntad.

"[…] me ha tocado en lo más íntimo de mi alma, tratándose del adelanto de nuestra querida Congregación, y también  del provecho de las almas de mis más amadas Hijas. Por estos dos puntos estoy dispuesta, a cualquier sacrificio, aunque sea de lo más grande que se pueda encontrar y cumpliendo esto, tengo la plena convicción que  consuelo el Corazón de Dios […]"[3].







[1] Fue confesor y director espiritual de la Madre Eufrasia. En 1919, en Milán, se imprimió su libro Recuerdo biográfico de la Rda. Madre Sor Eufrasia Iaconis, Superiora General de las Hermanas de Caridad, de gran valor por la importancia de quien fue su autor y por la intención de conservar la memoria de su vida para las generaciones futuras.   
[2] Carta de la M. E. al P. Gambón -Buenos Aires.  Buenos Aires, 10 de febrero de 1916. AHFIC  DE 3/ 4, 4, 2
[3] Carta de M. E. al P. Gambón -Buenos Aires.  Concepción del Uruguay, 20 de agosto de 1915. AHFIC DE 3/ 4, 4, 1

martes, 17 de junio de 2014

Museo Madre Eufrasia

Sala en la que se exhibe mobiliario y objetos
de las diferentes Casas de la Congregación.
El día 25 de abril, visitaron la Casa-Museo Madre Eufrasia los alumnos de 5to año mercantil del Instituto Inmaculada Concepción. La visita se realizó en el marco de un proyecto escolar que apunta al estudio del contexto histórico correspondiente a la vida de la Madre y a la historia de la Congregación Hijas de la Inmaculada Concepción.

La nueva sede del Museo, la Casa ubicada en Humahuaca 3696, fue inaugurada el 11 de noviembre de 2011, luego de un proceso destinado a la puesta en valor del edificio, que implicó el trabajo de dos equipos en la restauración y conservación del mismo. Asimismo, se realizó recolección de numerosas piezas que fueron aportadas generosamente por las Hermanas e inventariadas por una Comisión de historiadoras, docentes y ex alumnas.
Desde su inauguración, el Museo ha recibido numerosas visitas de alumnos de las  instituciones educativas de la Congregación. Tambiénse han organizado visitas especiales y talleres.
Estandarte de las Enfermeras 
del Hospital Pirovano. 
Las Hermanas realizan una tarea 
pastoral y caritativa 
en ese hospital desde su fundación en 1896.
El Museo Madre Eufrasia, a través de sus diversas salas, permite profundizar distintas temáticas no sólo en relación a la historia de la Congregación y de la vida y labor de la Madre, sino también con referencia a la inmigración en la Argentina, la labor religiosa en los hospitales, el asistencialismo y la caridad hacia los huérfanos, el trabajo femenino en la confección de textiles y en la realización de obras pictóricas.
A modo de ejemplo, podemos citar la sala dedicada a la labor apostólica en los hospitales, en donde se puede apreciar la obra de las Hermanas como enfermeras religiosas, o bien la sala de objetos litúrgicos y textiles en donde pode
mos encontrar ropa talar confeccionada por las Hermanas para uso del obispo y el sacerdote, asimismo estandartes, cubre sagrarios, frontales, etc.

Para solicitar una visita guiada pueden escribir a la siguiente dirección de mail: museomadreeufrasia@gmail.com

Objetos litúrgicos, con importante trabajo artesanal
y uso de materiales nobles.